Si usted o un ser querido se encuentra con ansiedad, no está solo. El estrés va en aumento en todo el mundo, y realmente tiene impacto en todos los seres humanos, directa o indirectamente. Pero, ¿Cómo se manifiesta este aumento generalizado de estrés en nuestra fisiología y en nuestra salud mental? De las últimas investigaciones del campo de la neurociencia y la psicología de la conducta, le traemos 7 hechos fascinantes acerca de la ansiedad y sus consecuencias físicas y emocionales.
1. La ansiedad consume la atención del cerebro y el cuerpo. Cuando nuestro sistema fisiológico de respuesta al estrés se activa, casi todos los demás procesos en el cuerpo y la mente se “apagan”. La respuesta del sistema inmunológico a largo plazo, los sistemas reproductivos y digestivos pasan a un segundo plano. Mentalmente, nuestra capacidad de pensamiento de orden superior en la corteza pre frontal, donde se ubican nuestra capacidad de empatizar y analizar, también se hacen nulas. ¿Por qué sucede todo esto? El mensaje de estrés señala que hay una amenaza, y cuando hay una amenaza, nada más que la supervivencia importa. Uno se prepara para reaccionar ante el peligro peleando, corriendo o escondiéndose. El sistema de respuesta al estrés evolucionó a lo largo de la historia del ser humano, para ser altamente efectivo en enfrentar ciertas amenazas, como un tigre que te acecha en la jungla. No se puede negociar con los tigres. No interesa la innovación. Si quiere sobrevivir, corre, se escondes detrás de un arbusto o espera tener a mano un gran palo afilado. Ciertamente no está dedicando energía a la digestión. En términos de atención y energía, la ansiedad consume todo.
2. La ansiedad no permite el nacimiento de nuevas celulas. La capacidad del cerebro para generar nuevas células se conoce como neurogénesis. Es una función vital para mantener el funcionamiento óptimo del cerebro y la salud mental. ¿Qué estimula la neurogénesis? La investigación ha identificado 5 actividades que promueven el crecimiento de nuevas células cerebrales, sobre las que puedes leer en este artículo : 5 Sugerencias para Ejercitar el Cerebro ¿Qué inhibe la neurogénesis? Ansiedad sostenida. Un estudio de 2017 publicado en Biological Psychiatry encontró que los períodos prolongados de estrés en las ratas inhibían significativamente la neurogénesis. Esto se ajusta al patrón discutido anteriormente. La ansiedad tiende a centrar nuestra atención en la supervivencia a corto plazo, no en la prosperidad del sistema a largo plazo.
3. Frecuentes episodios de ansiedad hacen nuestro sistema para detectar la ansiedad, aún más sensible. Nuestros cerebros tienen un sistema extraordinario para detectar amenazas y activarnos para responder en un instante. Pero hay una faceta interesante de este sistema que puede hacer que la ansiedad sea un círculo vicioso: cuanto más percibimos las amenazas, más sensible se vuelve nuestro sistema de detección de amenazas. El beneficio evolutivo de esto es obvio. Si estamos viviendo en un entorno con muchas amenazas, tiene sentido ser extremadamente sensibles a las amenazas. El problema está en el hecho de que se trata de amenazas percibidas. Ya sea que sean reales o no, mientras más amenazas percibimos, más probabilidades tenemos de interpretar algo como una amenaza. Para comprender mejor esto, eche un vistazo a este video sobre el aumento del estrés y su impacto en todos nosotros por parte de Josh Freedman, CEO de Six Seconds.
4. Las personas con ansiedad identifican cambios en las expresiones faciales con más rapidez – pero con menor acierto. Según investigaciones de la Universidad de Illinois, las personas con ansiedad son más rápidas para detectar cambios en las expresiones faciales de otros, pero son menos precisas para identificar qué emociones están expresando. Teniendo en cuenta que la comunicación no verbal constituye al menos la mitad de la comunicación, este es un gran déficit para las personas que luchan con la ansiedad y, naturalmente, conduce a tener conflictos en las relaciones interpersonales. Esta investigación indicaría que la ansiedad tiene una relación inversa, al menos temporalmente, con las habilidades de EQ en aumentar la conciencia emocional y la empatía.
5. La ansiedad nos empuja a regresar a viejos patrones. Cuando estamos estresados, el cerebro nos empuja hacia la seguridad, regresando a hacer lo que hemos hecho antes. Es como si recibiéramos una inyección de una sustancia química que es “heroína natural” al seguir el camino ya conocido, lo predecible – y además es adictivo. Sin desarrollar cuidadosamente la inteligencia emocional, caemos en esta reacción automática que data de millones de años. Como se discutió en el primer punto anterior, la ansiedad desactiva nuestro pensamiento de “orden superior” y nos hace confiar en patrones de comportamiento previamente almacenados, que probablemente no sean la mejor manera de responder ante situaciones nuevas.
6. Realmente, la ansiedad hace que todo huela mal. Las personas ansiosas tienen una tendencia a etiquetar los olores neutrales como malos olores, según una investigación publicada en el Journal of Neuroscience. Esto parece suceder porque el sistema olfativo y el sistema emocional se entrelazan cuando alguien experimenta ansiedad. Junto con otros datos sobre la ansiedad discutidos anteriormente, parece surgir un patrón que indica que la ansiedad nos hace tomar decisiones rápidas sobre lo que percibimos, pero que el costo de esa velocidad es la precisión. Esto tiene sentido. Al enfrentar una amenaza, la velocidad es esencial. Pero también tiene un costo.
7. La ansiedad puede ser dolorosa fisicamente. Cuando el cerebro detecta una amenaza, inunda el cuerpo con cortisol y otras neurohormonas relacionadas con el estrés. Estas hormonas ponen en acción una serie de respuestas físicas que nos preparan para luchar. Los síntomas de estos cambios incluyen un endurecimiento del pecho, dolores de cabeza, náuseas, tensión muscular y problemas estomacales. Todo duele. Este es un aspecto desafortunado de la ansiedad, pero también puede servir como un recordatorio temprano cuando la experimentamos, y como una oportunidad para intervenir y practicar la inteligencia emocional. No demore, y obtenga consejos específicos para reducir la ansiedad usando su propia EQ.
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