Buscando la Felicidad

Se le atribuye a Benjamín Franklin decir que “La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”.  Esta naturaleza aparentemente elusiva de la felicidad ha impulsado a los seres humanos desde tiempos inmemoriales a tratar de destilar su definición en un concepto que sea preciso, claro y por supuesto que proporcione las coordenadas plausibles acerca de dónde y cómo alcanzarla.  Se inicia así un conversación acerca de la felicidad que durará siglos y que pasará por tratar de definirla ya sea a través de sus manifestaciones físicas, psíquicas o bien la naturaleza manifiesta de su comportamiento observable. Eudaimonia fue el término que usa Aristoteles para describir el estado de bienestar de llevar una buena vida o de  florecer en la vida,  el mismo que contiene en si un significado bastante diferente – y más ético – que la definición hedonista de la felicidad, como la intención de reducir el dolor para maximizar el placer solamente. 

Pensando en la relación tan estrecha entre este florecimiento (thriving) en la vida y practica activa de las habilidades concretas de la inteligencia emocional fue que llegué al Festival de la Felicidad en San Miguel de Allende, México este pasado mes de Marzo. 

No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.-Gabriel García Márquez.

Diferentes Estilos y Métodos de Práctica

En Six Seconds aprendemos Que No Hay una Sola Manera,  por lo que sentí que mi curiosidad acerca de la complejidad del tema de la práctica de la felicidad desde diferentes enfoques quedo bien servida desde que llegue a San Miguel. Desde felicidad en el trabajo para potenciar la productividad, practicas de mindfulness  para desarrollar la conciencia y esquemas orientados a la educación y el bienestar de niños y jóvenes; encontraba a mi paso ideas maravillosas y su gran mayoría absolutamente complementarias a la propuesta de Six Seconds. Desde luego, si la inteligencia emocional es la capacidad de combinar las emociones y la información racional para alcanzar decisiones óptimas que potencien el bienestar de las personas, el vinculo natural entre esa felicidad subjetiva y las habilidades emocionales es clarísimo. Pero, pensándolo un poco mejor… ¿ es realmente subjetiva la felicidad? 

Resulta que la felicidad, al igual que la inteligencia emocional se puede medir,  y de hecho está siendo medida de forma sistemática y científica en el mundo. El Reporte Mundial de la Felicidad del 2018 contiene un ranking de 156 países de acuerdo a sus niveles de felicidad y 117 países donde se ha medido la felicidad de los inmigrantes. El modelo  ha sido creado en base a 6 factores de medición que se consideran clave en el bienestar de las personas: niveles de GDP, expectativa de vida, generosidad, apoyo social, libertad y confianza.  Uno de los resultados más interesantes, es que Latinoamérica presenta grandes niveles de bienestar y felicidad basados en la calidez de la relaciones interpersonales, tanto familiares como sociales y en la importancia que las personas le otorgan a estos intercambios. ¿Te preguntas cómo está clasificado tu país en el Reporte de la Felicidad? Dale clic aquí.

Por otro lado,  el Reporte formula pronósticos preocupantes con respecto a las crecientes epidemias de obesidad, abuso de opiáceos  y depresión a nivel mundial, pero con mayor énfasis en los Estados Unidos, de donde por el momento proviene la mayor cantidad de datos recolectados. 

El aprendizaje intenso de aquella semana en la bellísima ciudad corazón significó encontrar nuevas sinergias, conocer nuevas caras de la felicidad y formas de sentirla y vivirla intensamente. Me sentí en casa porque es precisamente como practicamos en Six Seconds, como una comunidad que se apoya y comparte una visión compartida.  ¿Qué más se puede pedir?