¿La felicidad facilita la practica de inteligencia emocional o es más bien lo contrario? Está podría ser sin duda, una de las grandes preguntas filosóficas de nuestro tiempo. Encontramos que muchas personas tienen la creencia de que la felicidad es un destino, el final de un viaje donde nos sentiremos de cierta manera y conseguiremos ver cristalizados nuestros sueños y proyectos. Sin embargo, en la actualidad se está difundiendo un concepto mucho más holístico e inclusivo de lo que se ha entendido tradicionalmente por Felicidad.
De acuerdo a esta nueva visión, que realmente no es tan nueva, pues se encuentra alineada con tradiciones de sabiduría ancestral que han sido validadas por la ciencia, como la meditación y el mindfulness, la felicidad es una practica –inclusiva-de todos los aspectos de la vida del ser humano, es decir, viene a ser intrínseca al bienestar y al potencial humano.
Para intercambiar ideas acerca de este tema, tuve el gran placer de entrevistar a Luis Gallardo, fundador y presidente de bē y del World Happiness Fest. Luis es un emprendedor social que ha viajado y trabajado en los cinco continentes asesorando directores generales, líderes de opinión, empresarios, premios Nobel, emprendedores e institucionales sobre posicionamiento estratégico y desarrollo de ideas. Su acceso a las personas más brillantes y conscientes le ha llevado a comprender que el mundo necesita nuevas formas de entender el crecimiento y cómo los humanos y las sociedades pueden prosperar. Para Luis, la Felicidad es un derecho humano y una opción de vida, un habilitador del desarrollo humano y la innovación social. Esta visión lo ha llevado a crear el Festival Mundial de la Felicidad, un espacio para que académicos, activistas, innovadores sociales, científicos, líderes gubernamentales, instituciones y líderes en general compartan y aprendan, sientan, comprendan y actúen hacia un mundo más feliz y con sociedades prósperas.
La Relación Entre la Inteligencia Emocional y La Felicidad
Los resultados de las investigaciones recientes son bastante contundentes en lo que respecta a la existencia de una relación directa entre la felicidad y la inteligencia emocional, donde la felicidad es entendida como un concepto dinámico: sentir- pensar y hacer, que incluye bienestar, satisfacción y emociones positivas, etc. Sin embargo, para muchas personas, incluyendo un gran numero de educadores y profesionales del coaching, a los que queremos llegar, también pudiera ser un concepto misterioso, inclusive abstracto… algo así como el huevo o la gallina? En tu opinión Luis, ¿en que consiste esta relación simbiótica entre la inteligencia emocional y la felicidad?
Luis Gallardo: Si entendemos la felicidad como la confluencia entre nuestros talentos y fortalezas en un momento presente, con un impacto positivo en la sociedad, la inteligencia emocional es clave. Por un lado, para entendernos y saber sentirnos, por otro, para saber cómo son los demás y poder actuar con perspectiva y consciencia. Por diferentes motivos todavía llegamos a una edad adulta con gran desconocimiento de nuestras emociones, de lo que significan y cómo se crean y por supuesto de cómo se gestionan y transforman. Sin ese conocimiento es mucho más difícil hacer del miedo, la angustia o la tristeza palancas que nos ayuden a ser más felices. No ser inteligente emocionalmente hipoteca el máximo potencial de ser feliz.
Nos dicen que el cerebro humano ha evolucionado para permitirnos sobrevivir como especie, no para hacernos “felices”. En el campo en que me desempeño, me encuentro con muchísimas personas que piensan que de hecho las emociones podrían empeorar las cosas. A lo que les respondo, que las emociones son simplemente un tipo de información acerca de lo que es importante para nosotros y que la forma en que las navegamos impacta en nuestra “felicidad”.
¿Cómo crees que podemos conciliar esta visión para que sea más sencilla de entender para nuestros lectores?
Luis Gallardo: Todavía hoy no conocemos ni el 15% del funcionamiento del cerebro. Pero por otro lado la ciencia ha evolucionado mucho y una de las conclusiones es que el cerebro es plástico, lo que significa que se puede moldear. Se ha demostrado que dependiendo de su uso podemos transformar nuestro cerebro. Esto es muy importante para ser optimistas a la hora de tener la vida que queremos. Si lo que queremos es ser felices, el ser humano es capaz de moldear el cerebro para lograr serlo. También sabemos que más del 60% de los pensamientos que tenemos a diarios son negativos, y de ellos la mayoría son repetitivos. Esto también es clave para poder gestionar lo que pensamos, a través de la meditación o de simplemente saber que calmar la mente es muy importante para que pensemos más en positivo. Una vez que tomamos esa decisión y entrenamos el cerebro, con foco en compasión, en gratitud o en bondad, poco a poco, seremos capaces de transformar nuestra vida, de forma natural y en positivo.
¿Nos Impacta a Todos por Igual?
¿Quiénes serían los energizadores naturales de esta nueva visión? Por un lado observamos, muchas personas de mediana edad emprendiendo búsquedas poderosas al interior de si mismas. Pueden empezar a desarrollar mayor auto conciencia, para luego integrar activamente practicas como la meditación, el yoga, y las estrategias de neurociencia para lograr cambios en sus vidas. Cambios que a veces son dramáticos, porque los paradigmas con los que crecimos quizás no contemplan las emociones ni la felicidad como recursos útiles para avanzar hacia delante. Por otro lado me pregunto si es que es la generación de los “millenials” es mucho más receptiva al concepto de vivir mejor con inteligencia emocional y alcanzar la felicidad, ¿cuál es tu opinión al respecto, Luis?
Luis Gallardo: Lo ideal es comenzar a practicar técnicas de psicología y educación positiva y de meditación lo antes posible en nuestra vida. Como pasa con el ejercicio físico, el cambio se produce cuando practicamos a menudo. La alimentación, el ejercicio físico y mental y la inteligencia social y emocional deberían ser asignaturas fundamentales en los currículos escolares. Solo con este cambio seriamos capaces de tener sociedades mucho más pacíficas, con personas plenas.
Una de las características de los “millenials” es que vivir en el presente es muy importante. Eso lleva a despreocuparse del medio y largo plazo. Si lo vemos desde un punto de vista de ciencia de la felicidad es muy interesante, porque la ansiedad se genera preocupándose demasiado por el futuro. Sin generalizar si es una generación que está totalmente abierta a ser lo mejor que puedan ser, independientemente de saber lo que quieren o no.
La generación que es clave para entender la aceleración en la práctica del yoga o de la meditación es la que llamo “buscadores de consciencia” una generación que no tiene una edad definida, sino que se encuentra a través de todas las generaciones, son personas que independientemente de su edad saben que necesitan recordar quienes, son, quieren saber cuál es su propósito de vida.
¿Cuál es el Gran Desafío y con Qué Recursos Contamos?
Nuestra organización, Six Seconds fue creada con el fin de brindar herramientas y metodología que les permitan a las personas poner su inteligencia emocional en practica. Es una comunidad global, orientada a la acción y a la practica intencional de EQ, por lo tanto esta orientación esta estrechamente relacionada con nuestra visión en el largo plazo: conseguir que un billón de personas practiquen inteligencia emocional en el mundo. Nuestro reto, en un mundo donde abunda la satisfacción casi inmediata, es inspirar y demostrar mediante nuestras propias acciones que la inteligencia emocional es una especie de lengua franca para todos los seres humanos. A pesar de las grandes o pequeñas diferencias de raza, genero, fe o divisiones políticas, todas las personas buscamos una existencia con mayor conexión y propósito y la inteligencia emocional es una herramienta natural para lograr esto al tratarse de habilidades que se pueden aprender .
Luis, en este dialogo hemos podido aprender cuan entrelazadas se encuentran nuestras visiones acerca de la inteligencia emocional y la felicidad y de que manera pueden potenciarse trabajando de la mano, si es que somos capaces de enfrentar algunos de los desafíos que encontramos en el camino. Para finalizar, me gustaría que compartas con nosotros, ¿cuál es el desafío y las herramientas de bē en este camino de diseminar el concepto de la felicidad como un bien tangible en el mundo?
Luis Gallardo: Igual que Six Seconds el objetivo de bē es el de impactar en positivo en al menos mil millones de personas. Nosotros creamos experiencias con propósito para “ser”. Creemos que cuando “somos”, sin las capas que van construyendo nuestra identidad a lo largo de la vida, estamos listos para vivir plenamente. En ese proceso la inteligencia emocional y social son fundamentales. El Festival Mundial de la Felicidad es una de esas iniciativas clave para que líderes y activistas de diferentes disciplinas compartan sus experiencias, para que entre todos avancemos hacia sociedades más felices y pacíficas. En todo el mundo.
Muchas gracias en nombre de nuestro equipo, Luis. Ha sido una oportunidad fabulosa para explicar claramente que hacemos y porqué lo hacemos, además de encontrar un Norte conjunto.