El Reporte State of the Heart de Six Seconds identifica los 3 componentes de la inteligencia emocional que predicen una excelente toma de decisiones. Entonces, ¿cuáles son y cómo puedes cultivarlos?

Un agradecimiento especial a Madison, nuestro practicante de estadísticas en Six Seconds que trabajo en estos datos, y a Tommaso, quien maneja la publicación del Reporte State of the Heart.

Six Seconds es una organización sin fines de lucro dedicada a enseñar las habilidades de la inteligencia emocional para crear cambios positivos en las personas y en las comunidades de todo el mundo. Para obtener más información, visite www.esp.6seconds.org/acerca

3 HISTORIAS DE ÉXITO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL & TOMA DE DECISIONES

Basado en la base de datos de inteligencia emocional más extensa del mundo, el Reporte de State of the Heart de Six Seconds identifica las 3 mejores habilidades de EQ que predicen una buena toma de decisiones. En este punto seamos sinceros, las decisiones que tomamos todos los días, grandes y pequeñas, se suman para determinar nuestra efectividad, nuestro bienestar y nuestra calidad de vida. 

POR LO TANTO…¿CUÁLES SON ESAS HABILIDADES FUNDAMENTALES QUE LOS EXPERTOS EN LA TOMA DE DECISIONES USAN DE FORMA CONSISTENTE PARA TOMAR DECISIONES ÓPTIMAS Y BIEN INFORMADAS?

 

LAS 3 HABILIDADES DE INTELIGENCIA EMOCIONAL QUE MEJOR PREDICEN UNA BUENA  TOMA DE DECISIONES …

 

  • Ejercitar el optimismo (ver todas las opciones)

  • Activar la motivación intrínseca (tomar decisiones basadas en sus propios valores y prioridades, no en las de los demás)

  • Perseguir metas nobles (tener en cuenta las  posibles ramificaciones a largo plazo)

    Echemos un vistazo más de cerca a cada uno de estos, desde la perspectiva de alguien que se está desempeñando bien en esas áreas en particular y también de alguien que está trabajando en sus desafíos. 

OPTIMISMO Y TOMA DE DECISIONES: ¿QUÉ OPCIONES TENGO? 
 

Ejercitar el optimismo significa adoptar una perspectiva proactiva de esperanza y posibilidad; es la capacidad de ver múltiples opciones en una situación dada.  Como le gusta decir a Josh Freedman: “Saber que hay opciones incluso cuando no puedes verlas”. Es importante tener en cuenta que ejercer el optimismo no es simplemente desear lo mejor. Es una acción, una habilidad. Es una forma de trabajo mental y emocional donde trabajas para ver todas las opciones posibles y, a veces, creas otras nuevas.

Entonces, ¿cómo se ve el proceso de toma de decisiones para alguien que obtiene un puntaje alto o bajo en el ejercicio del optimismo?

Para entenderlo, déjame presentarte a Carlos, un técnico de IT de unos 30 años.

¡Secuestrado por la amigdala!

Las personas como Carlos, cuyas puntuaciones en ejercitar el optimismo son inferiores al 25% , a menudo no pueden ver sus opciones y pudieran sentirse como atrapados. Desafortunadamente, esto es cada vez más común porque el estrés, que está aumentando en todo el mundo, y esto hace que sea literalmente imposible para nuestros cerebros pensar “fuera de la caja”, con más creatividad y más posibilidad. A esto se le llama haber sido secuestrado por la amígdala.  

Es decir cuando estamos experimentando estrés, esa pequeña glándula del tamaño de una almendra que es el centro de respuesta a las amenazas del cerebro, la amígdala, se activa. Y cuando está activada, solo podemos elegir opciones basadas en patrones previamente almacenados, ósea formas en las que actuamos, durante “amenazas anteriores”.  Esto sucede debido a que a su amígdala,  solo le preocupa SU supervivencia, y cuando reacciona a las amenazas, la velocidad es esencial. ¿Ve ese gran oso salvaje que está a punto de atacarlo? ¡A correr!

Afortunadamente, en la vida moderna ya son pocas las situaciones en las que nos persigue una bestia salvaje, pero ahora existe otro tipo de estrés que se encuentra latente y que es continuo. El cerebro no diferencia, sólo se sabe “atacado”  y esto puede ser un desastre  para nuestra capacidad de ver opciones y tomar decisiones.

 Entonces, ¿qué pasa con Carlos?

Esta es exactamente la situación en la que Carlos se encuentra. El se desempeña como técnico informático y trabaja de forma remota. Empezó emocionado por la flexibilidad de trabajar de forma remota, pero esa emoción lentamente se desvaneció en el transcurso del año pasado. Carlos es un extrovertido, por lo que comenzó a luchar contra la soledad y el aburrimiento de trabajar por su cuenta, y además de eso, tiene montañas de trabajo interminable.  Esto, por supuesto, lo hace sentir estresado, y reduce su perspectiva. Va a toda velocidad. Tiene la sensación de que trabajar desde diferentes lugares y reunirse con la gente mejoraría la situación, pero ya se encuentra tan ahogado con todo el trabajo que tiene que hacer, que se limita a posponer la toma de cualquier decisión, aunque pueda ser una decisión que lo saque de su miseria.

Carlos sigue haciendo la misma rutina todos los días, trabajando en casa, sólo todo el día, a pesar de que está sufriendo bastante. Su bajo optimismo se traduce en una toma de decisiones por debajo de lo óptimo. Incluso si no lo está haciendo conscientemente, está tomando la decisión, o realmente una serie de decisiones, de seguir haciendo lo mismo todos los días, aunque lo lamenta casi todas las noches, y definitivamente se arrepiente a largo plazo. Cuando el optimismo se encuentra por debajo de lo óptimo, la calidad de nuestras decisiones sufre como resultado.

El estrés activa la amígdala, el centro de respuesta de amenaza del cerebro. Y cuando la amígdala está activada, solo podemos elegir en base a patrones previamente almacenados, es decir formas en las que hemos actuado antes. Es un mecanismo de eficiencia que prioriza la velocidad. Cuando escapas de un león en el Serengeti, es una gran forma de tomar decisiones. Es por eso que evolucionó de esa manera. Pero cuando el estrés es la variedad continua y moderna, es un desastre para la toma de decisiones.

Pero, ¿qué pasaría si la historia fuera al revés?  ¿ Qué cosa haría alguien que realmente haya perfeccionado su habilidad de ejercer el optimismo?

Bueno, tengo buenas noticias. Después de experimentar  Desbloqueando EQ y al curso EQ Practitioner de Six Seconds, Carlos aprendió algunas herramientas realmente vitales para ejercitar el optimismo, y ha transformado las decisiones que toma acerca su vida laboral.

Carlos ha perfeccionado su capacidad para ver múltiples opciones en una situación. Ahora es capaz de decir: “Trabajar desde casa solo todo el día no funciona para mí”. ¿Cuáles son mis opciones aquí? “Y comenzar a pensar en ideas, incluso escribiendo ideas que no parecen plausibles o que no encajan … todavía. Él escribe que podría trabajar desde la biblioteca local, y al menos estar cerca de otras personas. O podría hacer un viaje de una hora por la oficina un día a la semana, para sentirse más conectado con sus compañeros de trabajo y estar en un entorno diferente. Es un viaje largo y el tráfico es terrible, piensa, pero de todos modos lo escribe. Él sabe que le encantaría trabajar algunas mañanas a la semana en su cafetería favorita. Pero tengo una reunión todos los días a las 10 a.m., justo a la mitad de la mañana, piensa, pero lo anota de todos modos. Podría encontrar a alguien que también trabaje de forma remota que quiera trabajar en equipo. Así que anota esas 4 opciones: 1. Trabajar en la biblioteca 2. Ir a la oficina un día a la semana 3. Trabajar en la cafetería por las mañanas y 4. Encontrar un compañero de trabajo a distancia.

Y luego continúa con este proceso de jugar con ideas y suposiciones  sobre lo que es o no es posible, y sigue tratando de generar opciones que realmente funcionen para él.

Carlos se pregunta: ¿qué me impide ir a la oficina una vez a la semana? El tráfico y cuánto menos productivo soy. ¿Y qué si fuera muy temprano? De esa manera podría superar el tráfico y tener un par de horas de trabajo concentrado antes de que la oficina se llenara. Hmm. Interesante. ¿Y cómo puedo hacer que el sueño de la cafetería se haga realidad? Bueno, es una reunión pequeña, por lo que podría preguntar a las otras personas si es posible moverla a otro momento. O podría intentar encontrar otra cafetería a la que pueda ir por las tardes, que normalmente es cuando me siento más inquieta en casa. Y así sucesivamente. Como puede ver, requiere trabajo. Por eso es una acción: ejercitar el optimismo. La investigación de la Universidad Estatal de Ohio descubrió que cuando generamos al menos 3 opciones para considerar, la calidad de nuestras decisiones aumenta. Practicando de esta manera, Carlos seguramente va a tener una mejor relación general con su vida laboral que antes, lo que realmente se reduce a una serie de decisiones. A veces, la mejor decisión o el mejor curso de acción es algo que simplemente no está en nuestro radar, o que asumimos que no es posible. Pero, ¿y si es posible?

SUGERENCIA DE LA NEUROCIENCIA

Un truco que Jay aprendió en la certificación es el truco de nombrar sus emociones. Y descubrió que simplemente admitiéndolo: estoy estresado, el poder que el estrés ejerce sobre él parece disminuir.  Me siento abrumado. Esto proporciona un pequeño espacio entre él y la sensación. Se trata del espacio suficiente para dejar de presionarse y dar paso a la auto gestión.  Efectivamente, las investigaciones han confirmado su intuición. Se ha encontrado que cuando nombramos emociones,  la amígdala se calma y así se puede activar la corteza prefrontal, básicamente abriéndonos a la posibilidad de ejercitar el optimismo, es decir de generar opciones para nosotros mismos.

Nombrar las emociones, aceptarlas y preguntarse: ¿Cuáles son mis opciones aquí? Escoger por lo menos 3.

¿Se siente enraizado en su sentido de propósito?

¿Sus compañeros de trabajo y empleados sienten un propósito motivando sus acciones?

Motivación y Toma de Decisiones: ¿cuál es la fuerza impulsora?

 

Involucrar a la Motivación intrínseca significa ser energizado e impulsado por valores personales y compromisos en lugar de fuerzas externas. Es la tendencia de buscar adentro de uno mismo aquellos ejes de motivación en lugar de mirar hacia afuera. ¿Qué es lo que realmente quiero?  al contrario de  ¿Qué puedo hacer para cumplir las expectativas de los demás?

Es importante tener en cuenta que la motivación intrínseca no es algo que se tenga o que no se tenga. Por el contrario, es una habilidad de múltiples niveles en la que se empieza por descubrir  cuáles son los valores personales y, a continuación, se toman esos valores para convertirlos en una fuerza impulsora detrás de las decisiones. En el mundo siempre orientado hacia lo externo, esta no es una habilidad fácil de cultivar, pero es una de las habilidades que diferencia  a las personas que toman decisiones consistentemente buenas de aquellas  personas que toman decisiones de las que luego se arrepienten.

 

La motivación intrínseca atractiva predice el 63% de la variación en los puntajes de toma de decisiones.

 

 

Vamos a ilustrar este tema de  la motivación intrínseca y su impacto en la toma de decisiones con la historia de Melissa, quien tiene aproximadamente 20 años y trabaja para una exitosa startup de tecnología que está creciendo a un ritmo rápido.

Melissa obtuvo un puntaje de 25% de motivación intrínseca por debajo del promedio,  esto quiere decir que Melissa podría a menudo tomar decisiones basadas únicamente en las prioridades, deseos y expectativas de los demás. Este se trata de un fenómeno generalizado porque está profundamente arraigado en la infancia y, en particular, en el sistema educativo tradicional. El sistema educativo, al menos en los Estados Unidos, se basa en una motivación extrínseca: las calificaciones, la aprobación del maestro y la aprobación de los padres. Se trata de buscar la validación de los demás, querer complacer a los demás y trabajar para obtener una recompensa externa en lugar del amor por hacer el trabajo. Melissa, y millones de otras personas, simplemente están actuando de acuerdo a las dinámicas del mismo sistema de recompensa que internalizaron desde que eran niños Pero hay un gran problema con eso … este tipo de motivación se encuentra relacionado con una toma de decisiones por debajo del nivel óptimo y bajos niveles de satisfacción con la vida. Veamos cómo se da esto en el caso de Melissa y de qué manera podría ser diferente si cambiara su enfoque hacia lo que la impulsa a tomar sus decisiones.

 

Melissa tiene una ética de trabajo admirable y es una colaboradora realmente fenomenal. Ella desea hacer las cosas bien, y ser reconocida por su trabajo. A pesar de que solo ha trabajado en esta startup durante aproximadamente 9 meses, ya se le conoce como una persona que “hace: las cosas. Pero debido a eso, le siguen dando cada vez más proyectos, por los cuales se siente q muy responsable a expensas de su bienestar, incluso si eso significa trabajar hasta altas horas de la noche y  los fines de semana. Su atención se centra en agradar a los demás, y le da miedo que podría suceder si dejara de ofrecer los mismos resultados que esperan de ella. Así que Melissa, sintiendo que no tiene otra opción, sigue aceptando más y más trabajo. Lamentablemente, se encuentra tomando decisiones que no le sirven en ya repetidas ocasiones, lo cual no es sorprendente si se tiene en cuenta el hecho de que sus propios valores no son una fuerza motriz en sus decisiones. Se trata más bien de lo que otras personas quieren.

 

 

 ¿Qué pasaría si Melissa se encontrara con su propia motivación intrínseca?

 

Al llegar las 5:00 pm y aunque aún inmersa en medio de un proyecto , su enfoque cambiaría, ya que tomaría una decisión sobre qué hacer basada en sus valores. ¿Podría superar el agotamiento para terminar el trabajo, como lo ha hecho cientos de veces? Ella sabe que hay un precio que pagar más adelante por esa mentalidad que entrará en conflicto con otros valores que aprecia:  por ejemplo llevar una vida equilibrada, cuidar de sí misma e invertir energía en sus relaciones.

Es un proceso por el cual ella se da cuenta de que tiene una opción. No significa necesariamente que ella nunca decida quedarse hasta tarde y terminar el proyecto, solo que tiene una opción. Independientemente de su decisión, es un cambio de “Tengo que hacer esto” a “Tengo que pensar en lo que es realmente importante para mí aquí”. Y esa es una característica que define a las personas cuya puntuación se encuentra en el 25% superior de la habilidad de Aplicar la Motivación intrínseca. Estas personas tienen una idea clara de lo que es importante para ellos, lo que realmente les importa, y dejan que eso impulse sus decisiones.  Este no es un proceso que Melissa, o cualquiera, pueda realizar fácilmente en los momentos estresantes de tratar de terminar un proyecto antes de que termine el día. Más bien, este es un momento para detenerse y comprobar cómo se compara su decisión con sus valores, no para articular esos valores.

¿Qué quiere decir esto?  

Simplemente, que aplicar la motivación intrínseca requiere un trabajo previo de articular los valores personales y comprobar constantemente cómo se compaginan las decisiones que uno va tomando con ellos. A veces ayuda hasta escribirlos y tenerlos colgados en un lugar visible.  Se necesita ponerle imaginación y cuidado para recordarlos, especialmente en momentos de estrés y complejidad,  de lo contrario, es muy fácil volver a sumergirse en la corriente de dejar que las expectativas y prioridades de los demás impulsen las decisiones, lo que conduce a resultados poco óptimos. A medida que perfecciona esta habilidad de buscar la motivación adentro de sis mismo, en lugar de mirar hacia afuera, la calidad de las decisiones aumenta exponencialmente, y junto con ello su bienestar, calidad de vida e incluso efectividad.

 

 

CASOS DE ÉXITO UTILIZANDO EQ

¿Deben los empleadores apoyar a sus empleados a estar intrínsecamente motivados de esta manera? Por un lado, parece que eso podría ser negativo o  hasta indiferente para el bottom line de la empresa. Después de todo, ¿qué pasaría  si Melissa decide irse antes de que se termine el proyecto? Las buena noticia es que las investigaciones nos recuerdan que esto sería bueno no solo para Melissa, sino también la empresa. Recuerde que ella es una empleada fenomenal, que la empresa lamentaría perder. Pero cuando Melissa o cualquier colaborador en un equipo solamente se enfoca en los motivadores externos y en complacer a los demás, esa es una receta para el agotamiento. Al cuidar de si misma,  Melissa puede contribuir con más valor a su empleador y al centrarse en sus propios valores, aporta más valor a la empresa a largo plazo.

 

PROPÓSITO Y TOMA DE DECISIONES: APRENDER A MIRAR A LARGO PLAZO

 

Perseguir un objetivo noble significa conectar sus decisiones cotidianas con un mayor sentido de propósito. ¿Qué desea aportar al mundo? ¿Y sus  decisiones lo están acercan más a eso? Se trata de tener una visión expansiva de por qué está aquí y luego asegurarse de que todas sus acciones estén alineadas con ese objetivo. Es realmente darse cuenta de que incluso las acciones que parecen más pequeñas ayudan a labrar el futuro que desean desde el presente. Por eso incluso las acciones más mundanas son una oportunidad. Usted tiene la oportunidad de construir su legado con cada momento de cada día, con cada decisión, no tiene que esperar a terminar proyectos colosales.

 

Para entender cómo se manifiesta esta habilidad en la vida real, echemos un vistazo a una fascinante mujer de 60 años, Beth.

 

Y ese es el motivo por el que perseguir objetivos nobles predice el 62% de la variación en los puntajes de toma de decisiones.

 

Beth ha sido una mujer emprendedora por décadas. Comenzó su propio negocio de catering en un momento en que no muchas mujeres se arriesgaban a aventurarse por su cuenta, y llegó a ser bastante exitosa.  Visto desde afuera, ella había conseguido una holgura económica, estabilidad y renombre en su comunidad. Aunque ya tenía los medios para retirarse, siguió trabajando de todos modos.

Beth obtuvo un puntaje de 25% inferior en el logro de perseguir metas nobles, y tenia a estar insatisfechas con su toma de decisiones, sin encontrar porque sus decisiones no la llevan adonde le gustaría estar idealmente.  Eso no quiere decir que ella, u otras personas que tienen un puntaje bajo en perseguir objetivos nobles, tomen siempre malas decisiones. De hecho, Beth ha tomado buenas decisiones comerciales en repetidas ocasiones. Pero a nivel personal, ella tiende a tomar decisiones basadas en criterios muy a corto plazo,  lo que ciertamente le dará un impulso temporal de energía o estado de ánimo para que ella continue trabajando en su negocio.

Pero…¿hay algo más allá del corto plazo?

Como sus decisiones no la han acercado más a sus objetivos a largo plazo, sino que  casi todas sus decisiones giran en torno a ayudar a sus clientes,  realmente Beth tiene una idea clara de cuáles son sus metas a largo plazo, fuera del ámbito comercial. Esto le ha causado un sentimiento de vacío en los últimos años.  Una dolorosa sensación de que algo vital falta, y que a menudo se convierte en episodios prolongados de depresión y ansiedad. No fue hasta Beth que asistió al curso de EQ Practitioner  que comenzó a desentrañar la causa raíz de esta infelicidad, y la llevó a tomar decisiones realmente importantes y cambios en su vida.

 

En el curso EQ Practitioner, Beth participó en un ejercicio que realmente la impactó. El facilitador realizo un ejercicio con la clase en el que los participantes imaginaban su propio funeral:

 

¿Quién está allí y qué dicen de ti? ¿Coincide esto con lo que quieres que digan? ¿Cuál es el legado que quieres dejar?  Beth se dio cuenta de que tenía trabajo por hacer. Que la sensación de vacío que seguía volviendo se debía principalmente a una falta de concentración en el largo plazo. Había estado tan concentrada en el corto plazo -todas las cosas que necesitaba hacer para ser una empresaria exitosa- que casi no le dio importancia a esta dimensión tan importante.

 

A través de ese ejercicio y en sesiones posteriores sobre la búsqueda de un objetivo noble, Beth comenzó el proceso de descubrir cuál es su noble objetivo, qué legado quiere dejar. Después de un largo proceso de elaboración y cambio, su noble objetivo se redujo a esto: crear un mundo donde florece la bondad básica. Las raíces de esta creencia se remontan a su propia abuela, quien le enseñó acerca del increíble poder de simplemente ser amable. Y en el mundo de hoy, siente que esta simple misión es más importante que nunca. Pero lo más importante, se dio cuenta de que cada decisión que toma es un paso hacia la fruición de este objetivo. Y esto la llevó a cuestionar muchas de sus decisiones que no había cuestionado en mucho tiempo, como la cantidad de horas que trabajaba.  Se dio cuenta de que cuando trabajaba demasiado, se disminuye su capacidad para prestar atención y empatizar con los demás, lo que hace que sea más difícil ofrecer bondad hacia los demás.  

Del mismo modo, cuando ella no se cuida a sí misma, cal olvidarse de almorzar por ejemplo,  se vuelve más irritable. Por lo tanto, este objetivo general sirve como guía incluso para decisiones aparentemente aleatorias, como qué comer para almorzar o cómo responder cuando se queda atascada en el tráfico. En ese momento de pausa antes de reaccionar o tomar una decisión, ella mide sus opciones contra su noble objetivo. ¿Creará esto un mundo donde florece la bondad?

En resumen, buscar un objetivo noble le ayuda a conectar con el qué,  cómo y el por qué.  Es asegurarse de estar viviendo la  vida de una manera consistente con el cambio que desea ver en el mundo y que se encuentra  tomando decisiones basadas en lo que realmente desea.  Este proceso, garantiza el tomar mejores decisiones.

 

 

¿LE GUSTARÍA ENCONTRAR MAYOR PROPÓSITO EN SU VIDA COMO BETH?

 

¿NO SERÍA FANTASTICO QUE MÁS PERSONAS REFLEXIONEN EN SU PROCESO DE TOMA DE DECISIONES?